Trash Challenge: un reto sostenible de limpieza de playas en Málaga
Cuando unimos una actividad de Team Building con una acción RSC como el Trash Challenge, nos encontramos con una iniciativa empresarial muy completa que cuenta con beneficios tanto para los empleados de una compañía como para la naturaleza.
Las empresas cada vez son más conscientes del problema de contaminación que nos rodea, un problema que nos afecta a todos como sociedad, al medio ambiente y, en definitiva, al planeta. Esto hace que muchas de ellas decidan aportar su granito de arena con una actividad de limpieza y reciclaje de residuos.
En esta ocasión, una empresa dedicada a la industria química animó a sus trabajadores a pasar una jornada solidaria limpiando una playa de Málaga de todo tipo de residuos (envases, botellas de vidrio, papeles, colillas…). La idea tuvo una muy buena acogida entre los empleados, que se mostraron comprometidos con la propuesta de la compañía.
El día escogido para llevar a cabo el Trash Challenge, citamos a los asistentes en el punto de encuentro para explicarles el procedimiento a seguir. Antes de dar comienzo a la actividad, dividimos al grupo en diferentes equipos de trabajo y encomendamos a cada equipo la limpieza de un área específica de la playa, de la que debían responsabilizarse.
Para llevar a cabo la recogida de los residuos, les facilitamos desde Creativando todo el material necesario (bolsas de basura, rastrillos, pinzas, guantes y gel).
Tras el reparto de zonas y material, los participantes se pusieron manos a la obra con este reto sostenible mostrando su compromiso con la causa elegida.
Una vez finalizada la recogida de basura, llegaba el momento de reciclar los residuos reunidos. Para facilitarles la tarea y que aprendiesen a reciclar correctamente, les entregamos un pequeño manual de instrucciones, algo que agradecieron y valoraron. La mayoría de las personas cree saber reciclar, pero cuando se encuentran con una actividad de estas características surgen muchas dudas al respecto y se dan cuenta de que no es así.
Esta dinámica colaborativa se había preparado a modo de competición con el objetivo de motivar a los empleados a recoger la mayor cantidad de basura posible. ¡Y vaya si se motivaron! Después de una hora de actividad, calculamos (en kilos) la cantidad de material recogido por cada grupo y vimos que ¡se habían recogido muchísimas bolsas!
La playa quedó muy limpia tras el reto y los asistentes se sintieron muy gratificados, cohesionados con el grupo y conectados con los valores de la empresa.
Una vez realizado el recuento, entregamos a cada miembro del equipo ganador un diploma que se llevaron a casa y que seguro guardarán con cariño como recuerdo de este día tan especial.
Finalizada la actividad, reunimos a todo el equipo para la realización de una fotografía grupal que serviría de recuerdo de la implicación y cohesión tanto de la empresa como de sus empleados, que trabajaron como un solo organismo cuando se trataba de cuidar el medio que les rodeaba y de promover valores de sostenibilidad.
Esta actividad de Team Building y Responsabilidad Social Corporativa estuvo cargada de solidaridad, cooperación, trabajo en equipo y unos marcados valores corporativos. Con este tipo de acciones RSC que tratan de salvar el planeta, ganamos todos, pero sobre todo, gana el medio ambiente. Estamos seguros de que todos los participantes de este reto empresarial vivieron una experiencia muy enriquecedora que no olvidarán.